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14 de agosto de 2014

Caso Guirula: Seis policías podrían ser imputados de tortura agravada

(territoriodigital.com) La calificación de los detenidos es analizada por el juez. La reconstrucción marcó contradicciones en el testimonio de varios de los sospechosos.
Mientras el juez Marcelo Cardozo, avanza en la imputación a los nueve policías detenidos por la muerte del albañil Carlos Guirula, se pudo establecer de fuentes consultadas ayer, que la calificación de "tortura seguida de muerte", es una de las posibilidades de mayor peso, especialmente en cuanto al desempeño de seis de los uniformados durante la madrugada del 19 de julio en el motel de la avenida Andresito y Santa Catalina.

Las contradicciones en que habrían incurrido los policías que aceptaron participar del procedimiento de reconstrucción del crimen durante la tarde-noche del lunes y madrugada del martes, abonaría la sospecha de un intento por confundir a los instructores del expediente o de perjudicar a la oficial de la Seccional Decimotercera, Lourdes Tabárez, quien se desempeñó a cargo de la detención del joven que dentro del albergue transitorio se negó a pagar por botellas de whisky que creía le cobraban de más.

Cuando se realizó la pericia sobre lo sucedido puntualmente dentro de la comisaría del barrio Guazupí, los cuatro agentes que acompañaron (y se presume golpearon) a Guirula esposado y boca abajo en la caja de la Toyota Hilux de la Decimotercera, remarcaron que la oficial se puso muy nerviosa, ordenó que le tiren agua en la cara para "despertarlo" y le quitó el celular a la víctima inerte, para recién después dar aviso a los paramédicos, quienes al llegar sólo constataron el deceso.

Uno de los policías relató que la oficial se bajó de la camioneta insultando a Guirula y que al darse cuenta que había fallecido, replicó los insultos: "Te moriste hijo de puta", habría dicho.

Otra de las contradicciones, surgió en que tres de los que viajaron en la caja de la camioneta desde el motel a la Decimotercera con el detenido, sostuvieron que uno de ellos concretó el trayecto parado sobre la espalda de Guirula boca abajo. El agente apuntado admitió que se paró pero sin apretar a Guirula.

Se estima que la agonía del albañil se produjo durante el trayecto a la comisaría, tras ser reducido a golpes de puño en el rostro y patadas dentro del albergue transitorio, como también en la vereda de éste antes de ser subido a la camioneta.

Otro de los puntos clave que podrían fundamentar la calificación de "tortura agravada seguida de muerte" se ubica en que de los nueve efectivos presentes en la detención de Guirula, seis del Comando Radioeléctrico y tres de la Seccional Decimotercera, ninguno de ellos realizó (al menos no lo declaró ninguno de ellos como tampoco los siete testigos) una acción siquiera verbal, para frenar o evitar la golpiza. En este punto, el deseo de venganza o placer por infligir sufrimiento podría alentar a la imputación que prevé una condena de prisión perpetua.

Para la defensa de Lourdes Tabárez la muerte de Guirula se produjo dentro de la caja de la camioneta, donde la oficial no fue ubicada por los policías que declararon, ya que le correspondió el asiento de acompañante delantero del rodado doble cabina.
Pero los testigos no la alivian de responsabilidad, ya que manifestaron que en el pasillo del motel la vieron propinarle patadas en la cabeza a Guirula, ya esposado y siendo llevado hacia la vereda. Es decir, en lugar de levantar la voz y ordenar que no se golpee al detenido, con su conducta pudo haber validado que los demás efectivos contribuyan a la tunda de puntapiés, piñas y pisotones que confirmó la autopsia.

Precisamente ayer el juez Cardozo se reunió con los forenses que intervinieron en el análisis del cadáver, para terminar de despejar las dudas y marcar cuáles fueron los golpes letales.

Guirula sufrió la rotura de la mayoría de las costillas, por presión o directamente por golpes, que le provocaron la hemorragia pulmonar, lo que produjo a su vez un deceso agónico, estimado en tres minutos, que podría coincidir con el lapso cubierto desde el motel hasta la Comisaría Decimotercera.