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11 de agosto de 2014

Habrían fallas en la investigación por la masacre de Panambí

(territoriodigital.com) Las pruebas concretas son escasas. Carlos Knack ingresó a la casa y halló una agenda de su padre que pasó desapercibida para los pesquisas

A dos meses y medio del cuádruple homicidio de la familia Knack, desde la Justicia manifiestan que siguen aguardando los resultados de las pericias telefónicas y de los estudios de ADN de los cuatro detenidos. Mientras tanto se acotan los plazos y las pruebas concretas son escasas, lo que siembra dudas en torno a la eficacia de la investigación del caso que conmueve a los misioneros por la saña con que actuaron los autores del macabro hecho.


Si bien la casa de la familia Knack, ubicada en el kilómetro 7 de la ruta provincial 5 en Panambí, permanece bajo custodia policial y por el momento no puede volver a ser habitada, a principios de la semana pasada Carlos “Nano” Knack (20) se presentó en sede judicial con una agenda de su padre que estaba guardada dentro de la vivienda.


El muchacho reconoció que pidió permiso para ingresar al domicilio, a pesar de la restricción judicial, de donde tomó algunos efectos personales sin ningún tipo de control por parte del personal policial de guardia.


Se trata de una marcada irregularidad en la preservación de la escena del crimen, reconocieron fuentes del caso, al tiempo que implica fallas en el accionar de los investigadores que tomaron muestras en el lugar, levantaron huellas y posibles pruebas del hecho.


“No se concibe que no hayan secuestrado la agenda del empresario, donde podría haber datos sustanciales para la investigación y el avance de la causa. Tal vez la agenda no estaba a la vista, pero para eso hace casi dos meses y medio que tienen a disposición la casa para realizar todas las pericias que consideren necesarias”, subrayaron.


Sobre la agenda, lamentaron que “no se pudo incorporar al expediente porque hubiera constituido una grave irregularidad”, ya que es un objeto que “pudo ser manipulado para afectar o beneficiar a terceros”.


Un vocero del caso precisó que Nano se presentó a declarar el lunes ante la jueza Alba Kunzmann de Gauchat, titular del Juzgado de Instrucción Uno de esta localidad.


En su condición de único sobreviviente de la masacre, el joven dijo que pretendía aportar todos los datos a su alcance, entre ellos la agenda de su papá que días antes sacó de la casa.


Esta situación sorprendió a la magistrada, quien le explicó que no podría tener en cuenta dicha prueba para no entorpecer la investigación. “Los abogados de los detenidos abrieron grande los ojos, porque más allá del contenido de la agenda, hubiera sido fácilmente anulada como prueba y se pondría en serio riesgo la instrucción del caso”, precisaron. 

Declara Néstor 
Para el viernes, en tanto, estaba citado un exempleado del aserradero de la familia Knack. Llamativamente, la Policía se habría olvidado de notificarle sobre la citación, por lo que la jueza ordenó que lo busquen por la fuerza pública. De todas formas, el sujeto no fue hallado y volvería a ser citado para esta semana.


También para los próximos días se aguarda la declaración de Néstor Knack, hermano mayor del empresario asesinado junto a su esposa y dos de sus hijos.


Néstor fue una las cinco personas que presenció el testimonio de Cristian Knack (25) en el Hospital Madariaga de Posadas, pocos días antes de su deceso.


En consecuencia, se especula que ratifique los dichos del muchacho que ya constan en el expediente judicial y que complican al exprefecto Pablo Paz (51), ya que indicó que su padre luchó con él y logró sacarle el pasamontañas, por lo que habría logrado identificarlo. También indicó que los cinco delincuentes se escaparon en un Volkswagen Bora gris, modelo y color del auto que posee otro de los detenidos, Juan Godoy (45).


La jueza también lo indagaría sobre sus dichos que pusieron un manto de dudas sobre los cuñados de su hermano. “Sería bueno que le pregunten a los hermanos de ella (por su cuñada) qué es lo que saben. Creo que ellos todavía no declararon ante la Policía, pero sería interesante que aporten lo que puedan saber sobre todo lo que pasó”, lanzó Néstor el día del velorio de Cristian, en Panambí.

“Encarcelamiento arbitrario”
Además de Paz y Godoy, también permanecen detenidos el chapista Marcial Alegre (44) y el suboficial mayor del Ejercito Rubén Bueno (52), detenido desde el 27 de junio en su casa de San Javier.


Según fuentes confiables, lo único que hasta el momento complicaría la situación de Alegre serían las armas que hallaron en su taller del barrio Santa Teresita y el hecho de que permaneció prófugo varios días. “Pero no hay nada, al menos hasta el momento, que lo ligue al caso de Panambí”, mencionaron.


Incluso, reconocieron que todavía hay menos para sostener la detención de Bueno, quien hace 43 días que permanece alojado en la Seccional Segunda de Oberá.

Bueno declaró ante la jueza Alba Kunzmann de Gauchat y se desligó del hecho, desmintió cualquier tipo de relación con los demás acusados, aseguró que el 25 de mayo permaneció todo el día en San Javier, tal como luego confirmaron los testigos aportados por su defensa.
 En ese contexto, el martes los familiares del militar se manifestarán frente al juzgado de la doctora Kunzmann de Gauchat para expresarle su desacuerdo con la medida.
Afirmaron que “las conjeturas y sospechas que en su momento y por una elucubración policial absurda, recayeron sobre Rubén Orlando Bueno, han sido absolutamente desvirtuadas ante sede judicial correspondiente mediante la presentación de pruebas”. 
 Por ello, en tres ocasiones a lo largo del proceso solicitaron la falta de mérito y la libertad inmediata, pero no obtuvieron respuestas. “No dudamos en afirmar que la detención que viene padeciendo se puede catalogar como un encarcelamiento arbitrario que no encuadra con las cuestiones de hecho ni de derecho que se tramitan en la causa”, indicaron a través de un escrito.