Desde que se inició el año las ventas de lámparas de bajo consumo se expandieron notablemente, y se espera que esta suba continúe en el corto y mediano plazo, según explican los especialistas.
El fenómeno se da a causa de que a partir del próximo 31 de mayo los comercios no podrán ofrecer más los tradicionales focos a filamento -lámparas incandescentes- debido a que estará prohibido por la llamada “ley oscura”, que alcanza a todas las bombitas de una potencia superior a los 25 watts.
La normativa, que fue sancionada en 2009, reglamentada en 2010, entrará en ejecución a finales de este mes y está orientada a cambiar el hábito de consumo eléctrico de los argentinos, y se prevé que con esta se originen sensibles modificaciones en los regímenes de venta.
Según señalan desde el sector, llegado fin de año la compra de lámparas de bajo consumo podría duplicarse, lo que representaría una cifra cercana a las 100 millones de unidades.
En 2010 en territorio nacional el mercado de focos a filamento fue de 160 millones de lámparas, mientras que el de bajo consumo fue de 45 millones. Cuando entre en vigencia la flamante ley se espera que este último crezca un 100 por ciento.
De este modo, se avanza en políticas de ahorro energético, con las que se quiere paliar los problemas de abastecimiento que viene sufriendo la población con cortes de luz en las épocas de pleno calor y pleno frío.
Vale resaltar que cada lámpara incandescente que se reemplaza por una de bajo consumo reporta un 80 por ciento de ahorro de electricidad.
