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21 de agosto de 2013

Refugio Moconá, un lugar privilegiado por la conservación de la selva misionera en la Reserva Yabotí

(misionesonline.net) El destino turístico a los Saltos del Moconá, en el Parque Provincial localizado dentro de las 236 mil hectáreas de la Reserva de Biosfera Yabotí ("tortuga" en guaraní) es mucho más que los magníficos saltos de agua del Río Uruguay. Por la Ruta Costera 2, a unos 6 kilómetros antes de ingresar al Parque, en pleno corazón Yabotí se encuentra la reserva privada Refugio Moconá, administrada por una nueva sociedad entre Moconá SA y Harriet SA con exclusivo fines turísticos. Se trata de unas 200 hectáreas destinadas a la conservación para promover el ecoturismo. El área se encuentra integrada a un Lote de 8.000 hectáreas de extensión donde, además de conservación, también tienen áreas de explotación forestal bajo Planes de Manejo de extracción sustentable, con la aprobación del Ministerio de Ecología de Misiones.
“Estas dos empresas forestales vieron como se esta perfilando el turismo en el área y decidieron asociarse conformando una nueva empresa con fines turísticos. Al Refugio están destinadas estas 200 hectáreas para la  actividad turística exclusivamente. Aún no hablamos de turismo forestal, pero estamos pensando en un futuro ir a los obrajes para que el turista comprenda el manejo forestal de la zona, como se realiza la explotación, normativas vigentes y demás, incluyendo también la producción en el circuito”, señaló en la entrevista con ArgentinaForestal.com el administrador del lugar, Fernando Gutiérrez.
El lugar se consolidó tras la planificación realizada por la empresa a partir de un estudio que permitió detectar las ofertas necesarias para el área a partir del acceso asfaltado al PP Moconá. “Con la ruta comenzaron a llegar turistas y segmentos que antes no llegaban. Antes solo llegaban camionetas 4x4, que sabían con lo que se encontrarían en un lugar agreste y retirado, que no había luz ni señal de celular. Pero ahora llega gente que no tiene idea, familias completas, y hay que brindar servicios si queremos que regresen a visitar el área”, relató.

El cambio
Antes del asfalto todo era diferente. “En temporada alta ingresaban 200 turistas en julio, ahora comenzaron a ingresar 1000 personas en un día en una temporada de julio, es decir, lo que recibíamos en un mes o un año, lo teníamos en un día. Todo cambió muchísimo, y si bien este julio la temporada estuvo floja, tenemos que prepararnos y planifica la temporada que llega, ya que este cambio pone también en evidencia que falta prepararnos con más servicios, hay mucho para desarrollar en la zona”, dijo Gutiérrez.
En este sentido, el directivo indicó que el alojamiento, la oferta de actividades y la gastronomía son tres aspectos centrales a mejorar en el área. Fue así que  Refugio Moconá decidió apuntar a convertirse en un complemento para el Parque Provincial y para los prestigiosos logdes que operan en El Soberbio, con un circuito de actividades de aventura y experiencia de la naturaleza.
“Planificamos el lugar en función al área natural, en la actualidad ofrecemos siete actividades principales durante todo el año. Por un lado, abrimos senderos por 10 km, con criterios y clasificación adecuada, escalones, barandas para que sea transitable para cualquier persona pueda realizarlo”, aseveró el administrador.
De esta manera, la reserva privada se puede aprovechar de dos maneras: pagando el ingreso de $25 y $15 (adulto y menores) para utilizar las instalaciones, realizar un almuerzo o cena, recorrer el sendero corto “Oveja Negra”, disfrutar de la naturaleza sobre un puente colgante y el maravilloso Salto Horacio. Y por otro lado, se puede contratar también el servicio de guía para que lo acompañen para información más específica de flora y fauna del lugar, o actividades más exigentes. En el lugar se ofrecen otros senderos más largos con actividades coordinados con guías especiales, como avistaje de aves.

Actividades y naturaleza
También tienen actividades con guías para un circuito en kayak en el arroyo Yabotí, recorriendo sus aguas y selva por dentro, hasta la desembocadura sobre el Río Uruguay, con parada fotográfica en el Mirador Tripartito (actividad que pueden hacer niños desde 4 años hasta abuelos de 70 años).
Para los más audaces -y con mejor entrenamiento físico- disponen de un circuito para Tirolesa por el medio de la selva y Rappel, que combinan en seco o sobre el Salto Horacio (actividad que pueden realizarse para todo público, excepto embarazadas, personas con riesgo cardiaco, o dificultades de movilidad, que tienen restricciones).
En tanto, para los que quieren disfrutar de un relax total, disponen de una actividad denominada “flotada tubbing” que consiste en dejarse llevar por las tranquilas aguas del arroyo Yabotí en flotadores, disfrutando del sonido tranquilizante del agua, el viento en la selva y el azul del cielo, descendiendo aguas abajo.
El recorrido más solicitado, sin dudas, es aquel que ofrece la opción de disfrutar por más de una hora y media el paseo náutico hasta los Saltos del Moconá, ya que desde el Refugio ofrecen un servicio único, más de 10 km de recorrido de navegación por el arroyo Yabotí y el río Uruguay, donde el visitante podrá convivir con la naturaleza de la selva y la majestuosidad de los Saltos, por un costo de $250 por persona, sumado la entrada al PP Moconá.
“Cuando planificamos las actividades apuntamos a que el visitante pueda disfrutar la selva desde diferentes puntos, con el menor esfuerzo en la excursión. Los senderos desde el amanecer, la selva desde el agua, las actividades deportivas desde el aire como Tirolesa, para todo hay personal de asistencia para apoyar al pasajero, en cada una de las actividades que prefieran. Por ello, todas las actividades tienen un costo adicional”, aclaró Gutiérrez.
Para el hospedaje, El Refugio dispone de cinco habitaciones rusticas, tipo hostel hasta cinco personas, doble y triple, o cuádruple. “Es de lo más antiguo que hay en la zona, todo es de madera nativa, es un refugio en todo sentido este lugar. Tienen baño compartido –el año próximo inauguraremos habitaciones con baños privados- y también tenemos limitaciones en cuanto a la energía, ya que no llega el tendido hasta el predio, por lo que tenemos un generador y damos energía desde las 12 a las 15 y después desde las 18 a las 23 horas. Llego quedan las luces de emergencia en las habitaciones. El uso es restringido”, precisó el administrador.
Si bien tienen señal de Wi-fi en el restaurante, no hay señal de teléfono en todo el área natural. Tampoco disponen de agua potable, pero cuentan con una bomba de perforación que se usa para el funcionamiento de las habitaciones y tienen una rueda de agua abajo, en los arroyos, para el uso diario. “Los pasajeros tienen agua mineral y dispenser, pero claramente tenemos las limitaciones lógicas de estar en un lugar agreste y dentro de una reserva, toda esta información priorizamos mucho brindarle a todos los que nos consultan para venir al lugar. El pasajero tiene que saber bien a donde esta viniendo. Hay gente que le encanta venir y desenchufarse, pero hay otra que esta acostumbrada a estar conectado todo el tiempo. Por lo tanto, en El Refugio no habrá lujos, pero tendrá todos los servicios, buena comida,  y muchas actividades. Para disfrutar a pleno del lugar deben tener una estadía de dos o tres días. El Refugio esta abierto todo el año, las 24 horas”, concluyó.