La función de ellos es seguir surtiendo desde el Paraguay con droga y armas a las organizaciones criminales, en parte expulsadas de las favelas de Rio de Janeiro en este año.
"Están libres más de 10 brasileños y con ellos también paraguayos quienes no cesan en su intención de perpetrar hechos delictivos. Nosotros manejamos información que tenían en la mira para esta semana dos bancos y creemos que logramos abortar el plan de este grupo, por ahora", expresó el jefe de Investigaciones Hermógenes García.
El jefe policial señaló que los bancos Itapúa (CDE) e Itaú en Santa Rita estaban en la mira de los marginales, quienes poseen un frondoso prontuario en ese tipo de hechos delictivos en el Brasil, país donde están plenamente identificados y donde no pueden entrar.
Entre el 14 al 16 de junio pasado, la Policía del Alto Paraná desarticuló en parte una mega gavilla con la detención de 4 integrantes y la muerte de 2 en enfrentamiento.
Los agentes policiales lograron requisar 3 fusiles FAL, municiones, 10 bananas de explosivos, además de 2 embarcaciones y 4 vehículos, entre otros elementos para consumar asaltos, con la captura de los delincuentes.
IDENTIFICACION. El procedimiento policial posibilitó la detención de Vinicius Boff Sander de 19 años, mientras que Joao Adriano Da Cruz, alias Baxinho, de 32 años, con 11 procesos judiciales por tráfico de drogas y armas, robo a mano armada, por las cuales poseía órdenes de capturas pendientes, y Charles Jordani de Oliveira Morais, de 32 años, con 8 órdenes de captura y 8 antecedentes por robo a mano armada, homicidio, hurto y asociación criminal, perdieron la vida en tiroteo con policías.
La policía confirmó que Baixinho y Charles eran del grupo de Luiz Claudio Da Rocha Mero, alias Verola, Paulo Mero o Naninho, de 40 años, ejecutado a tiros en un lugar despoblado de ciudad Presidente Franco, donde fue hallado esposado en el interior de una camioneta, el 31 de mayo del 2011.
PROTECCION. El jefe policial también recalcó que los delincuentes cuentan la protección de conocidos abogados de la zona, aunque no dio a conocer la identidad de los mismos.
Los datos que tiene la Policía es que los marginales fueron expulsados de las favelas de Rio de Janeiro y huyeron hacia el Paraguay, siempre con el objetivo de seguir proveyendo armas y drogas al crimen organizado.
Sin embargo, la acción policial y militar brasileña dejó millonarias pérdidas a los mismos y necesitan de capital para seguir operando en la marginalidad, por lo que los agentes se mantienen alertas ante la posibilidad de que el resto del grupo podría volver a intentar asaltos a entidades bancarias.
Los investigadores no descartan que los mismos estén teniendo financiamiento de algunos miembros de la organización criminal que en nuestro país aparecen como supuestos empresarios o comerciantes de dudosa actividad.
