En un momento dado el adolescente se desplomó al suelo, como desmayado, fue asistido por sus compañeros y trasladado de urgencia en un vehículo particular al Hospital de Pediatría de Posadas.
Pero, según se indica en un canal local, en el nosocomio el médico Gustavo Figueredo comprobó que el pequeño ya estaba sin vida, hallando una lesión por fulguración (rayo) en la región lateral izquierda superior, más específicamente en el cuello, y otra en la región interna del pie izquierdo.