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7 de abril de 2011

Un hombre mató a diez niñas y un niño antes de suicidarse en su antiguo colegio

(misionescuatro.com)Un joven de 23 años provocó este jueves una masacre en Río de Janeiro. Wellington Menezes de Oliveira abrió fuego contra los chicos y se pegó un tiro. Dejó una carta en la que avisaba de sus intenciones de quitarse la vida. Hay una veintena de heridos.

RIO DE JANEIRO. Al menos once niños de entre 12 y 14 años -10 chicas y un varón- murieron y otros 18 resultaron heridos en un tiroteo en una escuela pública de Río de Janeiro. Los niños que están internados, en grave estado, tienen disparos en el tórax y la cabeza.

El ataque fue causado por un ex alumno de la escuela municipal Tasso da Silveira, en el barrio de Realengo, que se disparó en la cabeza cuando la policía lo rodeó.

La tragedia convulsionó a todo el país. Así lo comunicó la presidenta Dilma Rousseff, ya que es la primera vez que en Brasil se perpetra un crimen de este tipo en una escuela. Rousseff, interrumpió un acto público que estaba celebrando en el Palacio Presidencial y visiblemente emocionada pidió un minuto de silencio "por esos niños que han perdido su vida y su futuro", ha dicho. Aseguró que "nadie esperaba que un hecho de estas características ocurriera" y decretó tres días de luto.

Un grupo de policías que estaban actuando en la zona en una operación contra el transporte clandestino vió a las 8.30 de la mañana a un niño que salía de la escuela con la cara chorreando de sangre, entraron al lugar y subieron al segundo piso, donde el joven asesino se había refugiado. Un policía le disparó a la pierna y le pidió que se rindiera. Inmediatamente, el joven se dio un tiro en la cabeza y falleció en el acto.

La tragedia podría haber sido mayor de no haber llegado a tiempo el policía que acorraló al criminal ya que se disponía a entrar en otra sala de la escuela para seguir matando. El asesino tenía armas profesionales y tenía aún mucha munición cuando resultó muerto, según el gobernador de Río.

El coronel Djalma Beltrami, responsable de las operaciones policiales confirmó al canal brasileño de noticias GloboNews que Menezes dejó una carta, a la que llamó "ilógica", de tono "fundamentalista" y con "varias frases inconexas". Entre otras cosas, el atacante habría dicho ser portador de HIV.

Las madres y padres de los alumnos corrieron desesperados a la escuela para saber noticias de sus hijos. La alcaldía puso a disposición de la familia equipos de psicólogos y asistentes sociales para ayudarles, ya que muchos se desmayaron y estaban en estado de shock.

Una de las preguntas que se hacen los investigadores es por qué el asesino, que iba vestido con camiseta verde y pantalones negros, mató a nueve niñas y sólo a un niño y a casi todos les disparó a la cabeza y al tórax.

En la escuela, en las otras clases, los maestros aterrorizados por los disparos, protegieron la puerta con mesas y sillas y pidieron a los alumnos que se echaran todos al suelo. Pensaron que se trataba de una acción llevada a cabo por los traficantes de drogas de las favelas. Hay muchos interrogantes aún abiertos sobre el inédito crimen de la escuela de Río, que siguen aún sin desvelarse.