(territoriodigital.com) Cuando todos pensaban en los penales, Rivero se animó y Silva empujó para igualar un partido complicado para el Xeneize. Con el 1-1, el conjunto de Falcioni avanzó a las semifinales y espera por Vélez, la U de Chile o Libertad
Boca se clasificó para las semifinales de la Copa Libertadores de América al empatar anoche en su visita a Fluminense de Río de Janeiro, 1 a 1, en el partido revancha de los cuartos de final.
Thiago Carletto abrió la cuenta para el equipo brasileño a los 16’ del primer tiempo.
Pero el uruguayo Santiago Silva, a los 45’ del complemento, igualó para Boca, que había ganado 1-0 en la ida.
Fluminense, apoyado por más 35 mil personas, salió a presionar a su rival con un dominio que fue más territorial que peligroso, ya que exceptuando una jugada de Rafael Solbis, que salvó Rolando Schiavi, no creó mucho ofensivamente.
Sin embargo, un foul de Diego Rivero a Wagner provocó un tiro libre de Thiago Carletto, desde más de 30 metros, que pegó en el cuerpo del propio Rivero y ante la tardía reacción de Agustín Orión se convirtió en el 1-0.
Este fue un duro golpe para el visitante y agrandó al local que empezó a manejar la pelota con más criterio, ya que siguió presionado con el buen trabajo de Thiago Carletto por izquierda, de Wagner en el medio y Rafael Sobis por el sector derecho.
Así, el local contó con dos chances: a los 35’, un centro pasado de Carletto no llegó a conectar Sobis y a los 41m. hubo un remate de Thiago Neves que atajó Orión.
Boca estuvo perdido en el campo con una floja tarea de Cristian Erbes, sin encontrar para el armado a Juan Román Riquelme y con un Walter Erviti, muy estacionado en la izquierda. A esto se le sumó que Clemente Rodríguez no tuvo proyección y estuvieron muy estáticos tanto Silva como Darío Cvitanich.
Así en el primer tiempo, el partido fue de desarrollo discreto. Fluminense presionó a Boca en el medio y no lo dejó entrar en juego a Riquelme.
En el complemento, el encuentro fue más entretenido que el primero porque Boca salió a buscar el empate y al minuto, Schiavi metió un cabezazo que pasó cerca. Aunque siempre insinuaba más peligro Fluminense.
Los brasileños tuvieron más la pelota y dos buenas chances: una un centro cruzado de Thiago Neves que no pudo ser cabeceado por Sobis y un remate del mismo atacante que sacó Orión y en el segundo palo la paró Moura, que tiró y la despejó Schiavi cuando se metía.
Fluminense justificaba la victoria por su actitud durante el partido, pero sobre el final se despertó Riquelme, que con una corajeada se la tocó a Rivero por derecha y su tiro fue desviado Diego Cavalieri, pegó en los dos palos y Silva, entrando por el medio, la empujó al gol.
En un encuentro que iba a los penales y cuando la clasificación era incertidumbre, Boca tuvo un plus para superar esta instancia copera y llegar una vez más a las semifinales.
Thiago Carletto abrió la cuenta para el equipo brasileño a los 16’ del primer tiempo.
Pero el uruguayo Santiago Silva, a los 45’ del complemento, igualó para Boca, que había ganado 1-0 en la ida.
Fluminense, apoyado por más 35 mil personas, salió a presionar a su rival con un dominio que fue más territorial que peligroso, ya que exceptuando una jugada de Rafael Solbis, que salvó Rolando Schiavi, no creó mucho ofensivamente.
Sin embargo, un foul de Diego Rivero a Wagner provocó un tiro libre de Thiago Carletto, desde más de 30 metros, que pegó en el cuerpo del propio Rivero y ante la tardía reacción de Agustín Orión se convirtió en el 1-0.
Este fue un duro golpe para el visitante y agrandó al local que empezó a manejar la pelota con más criterio, ya que siguió presionado con el buen trabajo de Thiago Carletto por izquierda, de Wagner en el medio y Rafael Sobis por el sector derecho.
Así, el local contó con dos chances: a los 35’, un centro pasado de Carletto no llegó a conectar Sobis y a los 41m. hubo un remate de Thiago Neves que atajó Orión.
Boca estuvo perdido en el campo con una floja tarea de Cristian Erbes, sin encontrar para el armado a Juan Román Riquelme y con un Walter Erviti, muy estacionado en la izquierda. A esto se le sumó que Clemente Rodríguez no tuvo proyección y estuvieron muy estáticos tanto Silva como Darío Cvitanich.
Así en el primer tiempo, el partido fue de desarrollo discreto. Fluminense presionó a Boca en el medio y no lo dejó entrar en juego a Riquelme.
En el complemento, el encuentro fue más entretenido que el primero porque Boca salió a buscar el empate y al minuto, Schiavi metió un cabezazo que pasó cerca. Aunque siempre insinuaba más peligro Fluminense.
Los brasileños tuvieron más la pelota y dos buenas chances: una un centro cruzado de Thiago Neves que no pudo ser cabeceado por Sobis y un remate del mismo atacante que sacó Orión y en el segundo palo la paró Moura, que tiró y la despejó Schiavi cuando se metía.
Fluminense justificaba la victoria por su actitud durante el partido, pero sobre el final se despertó Riquelme, que con una corajeada se la tocó a Rivero por derecha y su tiro fue desviado Diego Cavalieri, pegó en los dos palos y Silva, entrando por el medio, la empujó al gol.
En un encuentro que iba a los penales y cuando la clasificación era incertidumbre, Boca tuvo un plus para superar esta instancia copera y llegar una vez más a las semifinales.
Silva: Siempre espero la chance
El delantero de Boca Santiago Silva aseguró que “siempre, hasta el último minuto”, confía en tener una chance de marcar, lo que le sucedió justamente anoche con Fluminense en Brasil para empatar 1-1 y acceder a las semifinales de la Copa Libertadores.
“Hasta el último minuto, siempre creo que voy a tener una”, dijo Silva apenas finalizado el partido, en el que marcó el empate 1-1 sobre los 45’ del complemento (luego de una gran jugada de Diego Rivero) y cuando la definición se encaminaba hacia los remates desde el punto del penal (Boca había ganado la ida 1-0). “Por momentos nos enloquecimos, lo que hizo que se nos pusiera más difícil. Pero la clave fue no bajar los brazos”, concluyó.
“Hasta el último minuto, siempre creo que voy a tener una”, dijo Silva apenas finalizado el partido, en el que marcó el empate 1-1 sobre los 45’ del complemento (luego de una gran jugada de Diego Rivero) y cuando la definición se encaminaba hacia los remates desde el punto del penal (Boca había ganado la ida 1-0). “Por momentos nos enloquecimos, lo que hizo que se nos pusiera más difícil. Pero la clave fue no bajar los brazos”, concluyó.
