Debido al mal estado del puente sobre el arroyo Paranay Guazú, que une esta localidad con Caraguatay, la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) resolvió limitar la velocidad de tránsito sobre el viaducto, a fin de preservar su estructura.
Los lugareños, tal como publicó El Territorio en abril pasado, afirman que la construcción, que forma parte de la traza de la ruta nacional 12, no recibió un mantenimiento profundo y serio y cuestionan la falta de reparaciones sobre un cruce que soporta un incesante tráfico de camiones con todo tipos de cargas, más los colectivos de pasajeros de larga y media distancia.
El Concejo Deliberante de El Alcázar pidió por entonces informes sobre el estado del camino.
Desde el Distrito Misiones de la DNV anunciaron que “en base a un informe estructural” se resolvió implementar “como medida preventiva la disminución de velocidad al circular por el mencionado acueducto”.
A fin de controlar el cumplimiento de la resolución, en las cabeceras trabajarán banderilleros permanentes.
“La medida se mantendrá en tanto se termine de definir el plan de acción para continuar resguardando la seguridad de los conductores”, anunció Vialidad.
Los vecinos y conductores que habitualmente circulan por este puente denunciaron que un enorme pozo en el tablero, que permitía ver el arroyo que corre debajo, fue apenas tapado con brea y pintado, sin que se resuelva el problema de fondo.
También preocupan los ruidos y las fuertes vibraciones que se producen cuando circulan vehículos de gran porte.
A simple vista se puede observar desniveles en el pavimento y el desprendimiento de las barandas del puente, que están atadas con alambre.
Extraoficialmente se supo además que habría un viejo pedido para restringir el tráfico pesado de más de 45 toneladas, medida que no se aplicó.
Mientras, la jefa del Distrito Misiones de la DNV, ingeniera Teresita Turinetto, explicó que le reducción de velocidad dispuesta es preventiva “y se enmarca en un plan de monitoreo de los puentes ubicados sobre las rutas nacionales de la provincia”.
Un mes de dificultades
El 13 de abril se desplomó el puente sobre el arroyo Acaraguá, en la ruta provincial 103, lo que provocó la muerte de tres personas.
Desde entonces salieron a la luz problemas serios en puentes y rutas de toda la provincia.
La estructura en el Acaraguá, que unía los municipios de Villa Bonita con Alba Posse, databa de más de cinco décadas atrás y pese a los reclamos de los pobladores, las restricciones aplicadas no fueron efectivas, lo cual desencadenó la tragedia cuando un micro de media distancia que transitaba por el lugar se precipitó junto al tablero del puente y tres de sus pasajeros perdieron la vida: Ema Vega, de 73 años, quien falleció al instante; Antonella De Lisboa, de 5 meses, que resistió algunas horas más; y Agustín Marchiotti, de 15 años, quien murió el jueves 24.
Días después se conoció que un puente sobre el arroyo Fortaleza, nuevo y sin inaugurar, aunque ya en uso, cedió por la crecida de las aguas.
Además, Vialidad Provincial decidió restringir la circulación de camiones y colectivos sobre la ruta costera 2 por la falta de banquinas y serios problemas infraestructurales. Ello agudizó las dificultades para los pobladores de las zonas Centro y Alto Uruguay.
Los intendentes pidieron revisar los puentes de la región, como el Chico Alférez y el Torto.
