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8 de abril de 2014

Cabañas, el futbolista que jugará con una bala en la cabeza

Muchos futbolistas han vuelto a las canchas tras sufrir fracturas. Otros lo han hecho después de graves accidentes o cirugías. Pero el paraguayo Salvador Cabañas está llegando a la serie B de Brasil para jugar con una bala en su cabeza.
Los fuegos artificiales comienzan a estallar en la ruta de acceso a Tanabi, un pueblo en una zona semi rural al norte del estado de São Paulo. Avisan que llegó el refuerzo estrella del Tanabi Esporte Clube, de la serie B del Campeonato Paulista.
Cabañas, de 33 años, baja de la camioneta que lo trajo desde un aeropuerto cercano en la tarde del martes y de inmediato es rodeado por un torbellino de cámaras de canales brasileños de TV.
Viste jeans y la camiseta de su nuevo club, con una llamativa cantidad de avisos estampados: un supermercado, una distribuidora de alimentos, una marca de bebidas, una firma de crédito.
Lo llevan a recorrer el pueblo de unos 23 mil habitantes sobre la caja de un camión, con altavoces que anuncian su presencia a todo volumen. Hay vecinos que salen a verlo pasar, curiosos. Algunos lo saludan. Otros parecen ignorarlo.
Cabañas observa sin decir una palabra. Los fotógrafos insisten en pedirle que salude con sus manos, pero él apenas lo hace tímidamente. Y retoma la contemplación. En silencio.
Sin embargo, cuando entra al gimnasio para ser presentado oficialmente, promete "cosas grandes" para el Tanabi. Habla de hacer goles y buscar títulos, pese a que se lo ve con unos quilos de más.
Parece increíble que sea el mismo Cabañas que hace cuatro años se debatía entre la vida y la muerte por aquel tiro en el cráneo que recibió en el baño de un bar de México, que cortó su brillante carrera en el Club América de ese país y en la selección de Paraguay.
Más tarde, durante una entrevista con BBC Mundo en la intimidad de su hotel, explica que sus promesas de éxito en Tanabi son para ponerse un desafío a sí mismo.
"A mí me gusta la presión", comenta. "Eso me hace jugar mejor".
Sostiene que está vivo gracias a este deporte, que le dio el estado físico necesario para sobrevivir al balazo. "Lo que me ha salvado es el fútbol", subraya.
Y dice que por eso decidió volver a las canchas.

Fuente: Diario33.com