El padre fue procesado por el delito de "lesiones leves culposas", y de acuerdo a la acusación, "no controló, en su calidad de progenitor, al menor, quien se encontraba bajo su exclusivo cuidado y como consecuencia de ello, el niño ingirió sustancias tóxicas -marihuana y cocaína- que se encontraban a su alcance dentro del domicilio".
Al hacer su descargo, el defensor oficial del imputado explicó que el padre "no se encontraba en la vivienda al momento del hecho, pues se encontraba trabajando y que sus hijos se hallaban bajo el cuidado de su concubina", que tiene 16 años de edad, y además estaba embarazada cuando ocurrió el hecho.
El caso se inició por la denuncia de la abuela del menor de edad, y entre las pruebas se tomaron en cuenta "las constancias médicas del Hospital y la copia de la historia clínica de la Clínica Privada Virreyes", donde fue atendido el chiquito luego de la ingesta de las drogas.
Según constancias de la causa, la abuela explicó que "la tenencia de los menores la tiene su hija, que es la ex pareja del imputado, pero como ésta debió ser internada por un cuadro de neumonía el 2 de diciembre de ese año, le solicitó a su ex que cuidara de los niños, a lo que éste accedió".
Según los jueces, el padre "tuvo la posibilidad de reducir considerablemente el riesgo de su producción e, incluso, tenía el deber jurídico de evitarlo".
