Como nunca antes, el Gobierno nacional demora la convocatoria a paritarias docentes y esto no es casualidad, porque se enmarca en el concepto de sintonía fina con que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner definió la situación política luego del respaldo en las urnas del 54 por ciento de los argentinos en octubre pasado.
De esta manera la Presidenta le puso freno a las ambiciones desmedidas de algunos sectores que intentan condicionar al Gobierno tratando de imponer su poder político, sindical y económico.
En esta línea se enmarca también el distanciamiento con el jefe sindical Hugo Moyano, las advertencias públicas a las petroleras y banqueros, e incluso a algunos sectores políticos internos del mismo espacio de Gobierno.
La historia reciente indica claramente que el sector que más poder adquisitivo recuperó con las recomposiciones salariales de los últimos años ha sido el sector docente y pese a toda esta recuperación continúan en una permanente actitud extorsiva.
Por otra parte es conocida la intención de la Presidenta de profundizar en este segundo mandato, el modelo de redistribución de la riqueza iniciada en el 2003.
Es en esta línea, que las paritarias nacionales y provinciales no estarían dispuestos a admitir que uno de los sectores que más alto salario perciben, muy por encima de otros públicos y privados, vuelvan bajo amenazas a obtener beneficios que afecten las finanzas públicas en detrimento de las necesidades de otros sectores de la sociedad.
La sintonía fina entre los Gobiernos nacionales y provinciales apuntan a soportar las presiones sectoriales, aún cuando se pierdan algunos días de clases.
De esta manera la Presidenta le puso freno a las ambiciones desmedidas de algunos sectores que intentan condicionar al Gobierno tratando de imponer su poder político, sindical y económico.
En esta línea se enmarca también el distanciamiento con el jefe sindical Hugo Moyano, las advertencias públicas a las petroleras y banqueros, e incluso a algunos sectores políticos internos del mismo espacio de Gobierno.
La historia reciente indica claramente que el sector que más poder adquisitivo recuperó con las recomposiciones salariales de los últimos años ha sido el sector docente y pese a toda esta recuperación continúan en una permanente actitud extorsiva.
Por otra parte es conocida la intención de la Presidenta de profundizar en este segundo mandato, el modelo de redistribución de la riqueza iniciada en el 2003.
Es en esta línea, que las paritarias nacionales y provinciales no estarían dispuestos a admitir que uno de los sectores que más alto salario perciben, muy por encima de otros públicos y privados, vuelvan bajo amenazas a obtener beneficios que afecten las finanzas públicas en detrimento de las necesidades de otros sectores de la sociedad.
La sintonía fina entre los Gobiernos nacionales y provinciales apuntan a soportar las presiones sectoriales, aún cuando se pierdan algunos días de clases.
