(territoriodigital.com) El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, aseguró hoy que acatará una
eventual destitución de su cargo, durante el juicio político que
afrontará ante el Congreso nacional de su país, pero advirtió que
impulsará "una resistencia" desde "otras instancias organizativas". El
mandatario remarcó que cuenta con "un gran apoyo popular" y, además de
admitir las "deudas sociales" con la población, calificó el inicio de un
juicio político en su contra como un "golpe parlamentario con ropaje
jurídico". "Hay que acatarlo, es un mecanismo constitucional, pero desde
otras instancias organizativas seguramente decidiremos hacer una
resistencia", advirtió Lugo en diálogo con Radio 10 respecto de la
posible destitución de su cargo hoy mismo en el juicio político.
Tras destacar y agradecer los llamados de apoyo que recibió de pares
de la región, entre ellos de la presidenta Cristina Fernández, el
mandatario paraguayo afirmó que "entre gallos y medianoche ayer nos
desayunamos la noticia de que (la oposición) sacaba los votos para
iniciar el juicio político, pero no se justifica para nada en contra de
un presidente electo de manera democrática que responde a la
ciudadanía". El pedido de juicio político impulsado por la oposición en
Paraguay es motivado por lo sucedido hace poco más de una semana, cuando
un enfrentamiento entre policías y campesinos en una estancia de
Curuguaty, a 240 kilómetros al noreste de Asunción, dejó 17 muertos y 80
heridos.
"Es más que un golpe de Estado al Presidente, un golpe parlamentario
con un ropaje jurídico, con una herramienta como es el juicio político
pero con motivos que no se ajustan a la verdad", describió. Lugo
enfatizó que los motivos esgrimidos por la oposición para iniciarle
juicio político "no ameritan" impulsar ese mecanismo, pero que lo
afrontará, a partir del "apoyo popular" y de los "sectores más
vulnerables de la sociedad paraguaya". "Tenemos deudas sociales, no lo
negamos, pero este ha sido un gobierno transparente y honesto, de cara a
la ciudadanía, y eso no lo puede negar nadie", subrayó. Cuando se le
preguntó si su vicepresidente, Federico Franco, del Partido Liberal, "lo
traicionó", respondió: "Nunca hemos tenido una relación de comunión
ideológica, y no me extraña entonces que sectores de ese partido, un
partido tradicional que no se identifica con las causas populares, se
haya aliado con el Partido Colorado y otros partidos que responden a
intereses muy sectoriales aquí".
El Presidente insistió en que los argumentos para pedir su juicio
político "son descabellados", y que por eso incluso se movilizó la
comunidad internacional. En ese sentido, ayer, la mandataria Cristina
Fernández envió al canciller Héctor Timerman a Río de Janeiro a una
reunión de carácter "urgente" convocada por su par de Brasil, Dilma
Rousseff, para tratar la tensa situación política en Paraguay, en el
marco de la Unasur.