(territoriodigital.com) Alcanzan a un centenar de productos, como lácteos, yerba, arroz, pañales, agua mineral y vinos
En los últimos diez días, un grupo de dieciséis empresas de consumo
masivo -entre las que figuran varias compañías líderes en sus rubros-
recibieron la autorización de la Secretaría de Comercio Interior para
volver a actualizar a partir de hoy sus listas de precios. Los aumentos
alcanzan a un centenar de productos de primera necesidad, desde pasta
dental hasta agua mineral, pasando por lácteos, mayonesas, yerba, arroz,
polvos para la ropa, lavandina, cereales, pañales y vinos.
En la mayoría de los casos se trata de la segunda tanda de aumentos
en lo que va del año y los incrementos llegan en un momento en que la
demanda muestra señales cada vez más claras de desaceleración.
En la lista de empresas favorecidas, la mitad son multinacionales
-Procter & Gamble, Kimberly Clark, Colgate Palmolive, Aguas Danone,
Clorox, Saputo, General Mills, Nivea-. El dato no es casual, ya que, a
contramano del discurso oficial, que pone el énfasis en la defensa de
las pymes y la industria nacional, las grandes compañías extranjeras
figuran a la cabeza de las firmas que obtienen la autorización oficial
para actualizar sus listas de precios.
Estos aumentos se suman a los que recibieron a fines de junio otras
empresas líderes , como Danone (lácteos), Fecovita, Molinos Río de la
Plata, SanCor, La Suipachense y Papelera del Plata (Higienol, Babysec,
Elite).
Al menos en teoría, los incrementos tienen un tope del 9%. Este
porcentaje sólo rige para las marcas y las líneas de productos
considerados premium, mientras que para los artículos básicos el tope
fue fijado en 3%, y para los selectivos, en 6%. Igualmente, en los
hechos, los precios en las góndolas aumentan en forma casi constante y
sin respetar el cronograma y los porcentajes autorizados por la
Secretaría de Comercio Interior, lo que da cuenta de que los controles
oficiales son cada día menos eficientes.
Aumentos en puerta
Las subas en alimentos y bebidas se suman a las anunciadas en las
últimas semanas en otros rubros sensibles para el presupuesto de los
hogares de menores recursos y los de clase media. Desde el 6 de agosto,
el boleto mínimo de colectivo en Buenos Aires aumentará de $ 1,10 a $ 2
para los pasajeros que paguen con monedas, mientras que el de los trenes
pasará de $ 1,10 a $ 1,50.
El incremento ya había llegado a las tarifas de los taxis, que
desde el domingo pasado tuvieron un alza del 12,5%, en lo que representa
la primera suba del año (la segunda está programada para octubre).
A partir del mes próximo también empezarán a subir las comisiones
de los principales bancos. Los incrementos oscilan entre 10 y 30%, y
alcanzan a las operaciones más comunes, como el mantenimiento de las
cajas de ahorro y las cuentas corrientes, las extracciones por cajeros
automáticos, las renovaciones de tarjetas de crédito y el alquiler de
las cajas de seguridad.
Las empresas de medicina prepaga también anunciaron que desde la
semana próxima entrará en vigor un incremento promedio del 15% en las
cuotas que pagan sus afiliados para poder hacer frente al incremento
salarial pactado con los trabajadores de la sanidad. Sin embargo, desde
la Superintendencia de Salud ya se encargaron de aclarar que esta suba
no cuenta con la autorización oficial.
Los aumentos por inercia hoy constituyen la principal amenaza
inflacionaria en un contexto generalizado de enfriamiento de la
economía, del que no se salva ni siquiera la demanda de productos de la
canasta básica. Las ventas de los comercios minoristas en volumen
cayeron en junio un 6,8% en comparación con el mismo mes de 2011 y
cerraron el primer semestre del año con una baja interanual del 1,9%,
según un sondeo hecho por la Confederación Argentina de la Mediana
Empresa (CAME).
En tanto, en la consultora CCR destacan que, de confirmarse la
tendencia de los últimos meses, 2012 se encamina a terminar como 2009,
cuando, en un contexto de economía global en crisis, sequía en el campo y
psicosis por la gripe A, el consumo había crecido apenas un 1,6 por
ciento.
Creció el retraso para pagar
Durante los primeros cuatro meses del año, la cantidad de cheques
rechazados creció un 38% respecto del mismo lapso de 2011, mientras que
el monto involucrado experimentó una trepada del 88,8 por ciento.
Según datos preliminares del Banco Central (BCRA), entre enero y
abril pasado fueron rechazados 395.714 cheques por un total de 3032,4
millones de pesos, cuando, en el mismo período del año anterior, los
rechazos habían sumado 286.757, por un monto de 1606 millones de pesos.
En cuanto a los cheques pagados, en los primeros cuatro meses del
año la cantidad acumulada bajó un 10,7%, frente a idéntico lapso de
2011, pero el monto abonado creció un 30,1%, a 1097,53 millones de
pesos.
Respecto de abril, la autoridad monetaria informó 88.241 cheques
rechazados, un 15,25% menos que en marzo, pero un 28% por encima de lo
registrado en abril de 2011. Los rechazos involucraron 678,3 millones de
pesos, lo que reflejó una caída mensual de un 13,6% y un salto
interanual del 70,45 por ciento. Por otro lado, en el cuarto mes del
año, el BCRA inhabilitó para operar en cuentas corrientes a 2604
personas y a 566 empresas, manteniendo vigente su inhabilitación a
35.198 personas y 5967 empresas. El total de 41.155 inhabilitados es el
más alto desde abril de 2011.