(territoriodigital.com) Todo el material recolectado en la escena del crimen y del cuerpo de
Lieni Itatí Piñeiro es estudiado en la capital provincial. En Puerto
Esperanza continúan con la investigación del caso que, hasta anoche, no
tenía detenidos
Con muchos investigadores involucrados en la causa, pero sin ninguna
pista excluyente, el brutal asesinato y violación de Lieni Itatí Piñeiro
de 18 años se mantiene sin detenidos, a siete días de cometido el
hecho.
Ayer todas la muestras recolectadas en la escena del crimen, como
también las tres motocicletas, una de ellas con manchas que se sospechan
son de sangre, fueron remitidas a Posadas, donde peritos de
criminalística y especialistas bioquímicos analizarán además los
cabellos hallados en la escena del crimen, principalmente para obtener
el patrón genético del posible criminal.
Entre el material que la Policía analizará en Posadas se espera que con
la tecnología con que cuenta la fuerza, se mejore la calidad del video
de la cámara de seguridad de un supermercado, que registró el paso de
una motocicleta con dos personas a bordo. El acompañante del rodado se
presume habría sido Lieni, por una campera de color claro, que
coincidiría con el abrigo celeste que la víctima llevaba puesto
aproximadamente a las 23 del miércoles 11 de julio.
Respecto a la pista del motociclista, fueron secuestradas tres motos de
110 centímetros cúbicos, una de la cuales tendría manchas similares a
sangre. La prueba será estudiada también en la capital provincial, con
la participación de los peritos de Iguazú que forman parte de la
investigación.
Las muestras tomadas del cuerpo y ropa de Lieni, son también las que
determinarían el desenvolvimiento del juez de Instrucción Tres de Puerto
Iguazú, Eduardo Fernández Rissi.
Desde que el jornalero halló el cadáver golpeado, desfigurado y violado
de la joven estudiante, entre pastos a pocos metros de un sendero del
barrio Progreso, la preocupación de la Policía y la Justicia por
encontrar al o los culpables del macabro hecho, es máxima. A tal punto
que se abrieron tres grupos o corrientes de investigación, uno con
profesionales de la Brigada de Investigaciones de Iguazú, otro
pertenecientes a la Unidad Regional I, y el restante con todo el
personal a cargo de la fuerza en Puerto Esperanza.
Una fuente policial le confirmó a El Territorio “que lo que se está
cuidando con mucho recelo es la posibilidad de detener a una ‘perejil’,
por ello seguimos trabajando pero esperamos las confirmaciones de las
pruebas”.
Entre las pistas, sigue firme la del conocido de la víctima, “por ello
esperamos que el video sea mejorado digitalmente para que nos sirva para
afianzar o no las sospechas que se tienen hasta el momento”, “pero
también sería fundamental la prueba del cabello (largo y oscuro) hallado
en la mano de joven”, remarcó la fuente. La Justicia también espera el
resultado de las manchas encontradas en una de las motos.
Una semana
Puerto Esperanza fue sacudida por la aparición del cuerpo de “Tati"
Piñeiro el jueves 14 de julio tirado entre pastos en una zona que divide
los barrios Esperanza II y Progreso. La estudiante fue salvajemente
asesinada y abusada sexualmente.
Fue vista por última vez con vida la noche anterior, en una plaza de la
zona y también en una motocicleta, según los testimonios recogidos entre
las amigas de la víctima fatal. Aproximadamente a las 5.30 del jueves
un changarín de 20 años que caminaba hacia su trabajo se encontró con el
cadáver. Entre la espesa niebla y el frío pudo distinguir que se
trataba de una mujer joven con su cuerpo bañado en sangre.
“Tati” Piñeiro estaba semidesnuda, con pantalones y ropa interior bajos
hasta los pies, remera y campera levantadas, signos de un abuso sexual.
En el trillo luego se halló sangre en un espacio de veinte metros,
además de huellas entre los pastizales que sostienen la posibilidad que
la joven fue asesinada en ese lugar, luego de luchar por escaparse de su
victimario.
Junto al cuerpo de Piñeiro se halló su mochila con útiles escolares y la
tapa de su celular, el resto del aparato hasta ayer no pudo ser
localizado.
Esperanza: una ciudad consternada
Mientras la Justicia y la Policía investigan el caso, los vecinos y
familiares de Tati Piñeiro no ocultan el dolor y pesadumbre que le
generó el aberrante asesinato.
En el barrio conocido como Progreso o Esperanza II y, el angosto sendero
o trillo a 50 metros de la construcción de un colegio secundario, es
visitado una y otra vez desde el jueves pasado. Incrédulos y curiosos
observan que en el lugar donde la joven fue brutalmente masacrada aún se
pueden fotografiar los rastros de sangre, al igual que los pastizales o
capuera donde el asesino forcejeó con la joven realizándole múltiples
golpes y cortes, uno que le atravesó la garganta.
También frente la vivienda de la familia Piñeiro se reunen familiares y
amigos de la familia. Aseguran que todo Puerto Esperanza no encuentra
explicacón al macabro crimen.
Ayer, luego de rezar e intentar llevar calma a los padres de Liani, los
allegados confirmaron que mañana se realizará una marcha de silencio
para exigir el pronto esclarecimiento del hecho. La protesta es
organizada por los amigos de “Tatiana” y compañeros del Bachillerato
Polivalente 20, ( la víctima cursaba el penúltimo año del secundario en
el turno noche). Caminarán desde un supermercado ubicado en el barrio
Helvecia hasta el centro de Esperanza. No descartan que el trayecto
incluya cortar la ruta 12.