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1 de junio de 2012

Tras los números, las historias de quienes sobrevivieron a la tragedia de Caraguatay

(territoriodigital.com) “Rescatamos a tres chicos, el fuego devoró todo en minutos” sostuvo Carlos Giménez (22), que iba en el micro accidentado. Como él, cada uno de los sobrevivientes tiene una historia que contar, conocélas.
Al llegar al lugar del accidente el impacto visual se transforma en violencia, el esqueleto de hierros retorcidos, y el olor a cenizas es aterrador. Numerosas miradas se pierden al vacío sin entender mucho de lo que ha sucedido, doce horas después del trágico accidente sobre la ruta nacional 12. Allí, quienes tuvieron la suerte de no engrosar la lista de las víctimas fatales, relatan una de las peores tragedias misioneras, en carne propia. Testimonios, historias que traspasan los números.
Los testigos que transitaban por la zona quedaron perplejos ante tamaña tragedia, camioneros que socorrieron para ayudar a los damnificados, personas que se arrojaban de la parte superior del micro, un camionero comentaba que tuvo que atrapar un bebé que fue arrojado por sus padres desde la ventanilla.
Según se supo, también hubo personas que decidieron no viajar en este ómnibus porque entendían que estaba muy cargado, lo hicieron con otra unidad, que salió 15 minutos más tarde. Al llegar a la zona, se estremecieron y comentaron que volvieron a nacer.
Testimonios desgarrantes
La hermana de José Eichelberger, chofer del colectivo, salió a comentar que su hermano tenía una vida muy agotadora. “No quiero justificar, ellos son pocos choferes, la empresa evita poner más trabajadores y suceden este tipos de accidentes, no es porque ellos quieren ganar horas en las rutas, sino que tienen muy pocas horas de descanso”.
Asimismo aclaró que su hermano realizaba viajes internacionales a Brasil, a Bariloche, entre otros. “Este es el primer viaje que estaba haciendo dentro de la provincia, los choferes deberían tener más descanso”, dijo.
Agregó que solía llegar después de una semana media hora a su casa “hacía las maletas y volvía”, comentó acongojada. El conductor vivía en el barrio Cafetti del kilómetro 8 de Eldorado.
Escapó por la ventana
Romina Laumann (21), de Montecarlo, viajaba en el micro hacia Puerto Rico y dijo a El Territorio que cuando se produjo el impacto, en segundos se inició el fuego.
“Vi la ventana rota, trepé y pude salir, personas que pasaban por el lugar rompían los vidrios para sacar a los pasajeros que estaban en el piso de arriba”.
Dijo que el accidente pudo haber ocurrido porque todos los colectivos van muy rápido. “El viaje había sido hasta ese momento muy tranquilo, ahora al mirar al colectivo es como volver a vivir, Dios ha sido muy generoso conmigo”. Recordó que “apenas salí, comencé a correr por el shock que me produjo”. Los gritos, los auxilios y el fuego fueron lo más aterrador, dijo a El Territorio.
“Pudimos rescatar a tres chicos”
Carlos Giménez (22), relató que vio cuando se produjo el impacto. “Venía despierto, todo fue de golpe, vi cuando se me vino encima el camión”. En el momento del choque, dijo que terminó en el piso de abajo. “Venia arriba, fui el primero en salir, tuve que romper un par de vidrios” indicó.
Los gritos, las corridas, llantos y la gente que quedó atrapada dentro del micro, fue lo que más lo impresionó. “Fue tremendo, pudimos rescatar a tres chicos, el fuego devoró todo”, dijo acongojado.
El fuego comenzó en la parte de adelante del camión, luego pasó rápidamente al colectivo. “Todo duró cinco minutos” indicó Carlos, que viajaba para continuar sus estudios universitarios. Sólo tuvo escoriaciones y algunos golpes leves.
Pateó la ventana
Lucas Salazar, de 20 años, otro de los pasajeros que se encontraba en el colectivo de Río Uruguay, contó que logró salvar su vida rompiendo con los pies la ventanilla. “Pegué varias patadas a