El comisario Tomás Paredes Palma relató a Radio Monumental 1080 AM que el hombre se presentó caminando alrededor de las 00:15 del jueves en la Comisaría 11 de Arroyo Seco, luego fue trasladado al Departamento de Investigación de Delitos, en Asunción.
El chofer comentó luego de sacar el dinero del transportador de caudales subió a un taxi y fue a la casa de su hermano, pero no lo encontró. Posteriormente, fue al Mercado 4 de Asunción y repartió el dinero a los pobres, en montos de 5, 10 y hasta 15 millones de guaraníes. Hizo lo mismo en Ypané y San Lorenzo.
La empresa presentará una querella por hurto agravado contra su empleado, según explicó José Domingo Almada, asesor jurídico de la firma, a Radio Monumental.
El chofer, que es también pastor evangélico, negó haber robado 1840 millones de guaraníes y dijo que solo llevó 600 millones de guaraníes.
En todo momento estuvo sereno, según mencionó Paredes Palma.
El comisario señaló que en su poder solo se encontró 889.000 guaraníes. Detalló además que tenía ropa y calzados nuevos y que estaba listo como para entregarse, ya que llevó cepillo de dientes, jabón y otras cosas.
Manifestó que sus compañeros de trabajo también declararán y recordó que existen dos cámaras de seguridad en la zona donde abandonó el vehículo, que serán estudiadas.
González trabajaba hace diez meses como chofer en la empresa Prosegur y en la tarde del martes se fugó a bordo de uno de los móviles blindados, dejando a sus compañeros en el local de la Essap, en Asunción.
Más tarde, el móvil celular (vehículo blindado, usado para transporte de caudales) fue encontrado en la zona de Lambaré.
Luego, según los investigadores, se verificó que el empleado infiel robó una bolsa de dinero con G.1.840.000 y se fugó.
No obstante, el chofer no llevó las demás bolsas de dinero, que contenían más de G. 4.500 millones.
La esposa y el suegro del chofer fueron demorados para averiguaciones en la mañana de este miércoles, durante un allanamiento en un inquilinato en la zona de Villa Elisa, pero dijeron desconocer la "actividad" del principal sospecho y le exigieron que se entregue a la Policía. En la noche del miércoles recuperaron su libertad por falta de pruebas.
Ellos son María Julia Cáceres Quiñónez (30) y su padre Óscar Victorino Cáceres, quienes fueron liberados por el fiscal de la causa Osvaldo Caballero.
