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12 de noviembre de 2013

Padres del joven encadenado temen por posibles represalias

(territoriodigital.com) Fueron amenazados por la patota que integraba su hijo de 12 años, luego de haber presentado una denuncia en la comisaría de Oberá
Luego de reconocer que tienen que encadenar a su hijo de 12 años para impedir que salga a drogarse y robar, los padres denunciaron que temen represalias por parte de la patota que integraba su pequeño.
En tanto, comenzaron a colocar rejas en puertas y ventanas de la casa, ya sea para evitar que el menor se escape como para impedir que alguien intente ingresar al domicilio.
“Muchos me critican, pero antes nadie me ayudó. Hago esto porque le quiero a mi hijo, le mezquino. No quiero que ande robando o drogándose por ahí, o que le lastimen por tocar cosa ajena. Es chico todavía y se puede recuperar, sólo necesitamos que nos ayuden”, rogó José Luis M. (40).
La familia reside en el barrio Schuster y el domingo pasado el chico entró a robar a una vivienda cercana. Esta vez la víctima fue una amiga de la familia y los padres de Fernando (12) sintieron mucha vergüenza.
 Según el padre, el promotor de que su hijo y otros menores delincan sería un sujeto llamado Elías V., mayor de edad, sobre quien pesan innumerables antecedentes penales.
Al respecto, el hombre relató que “la semana pasada fuimos a la Policía y mi hijo contó que el Elías ese tiene un grupo de gurisada que roban para él. Les da droga, les hace fumar y mi hijo ya está adicto”.
A raíz de la denuncia, el individuo señalado habría jurado venganza, por lo que ahora la familia de Fernando tiene miedo. “Anduvo diciendo que vamos a pagar”, alertó.
El sábado El Territorio visitó la casa y constató  la tristeza y el temor de los padres del menor. “Me parte el alma tener que encadenarle, pero no queda otra. Ahora estoy poniendo rejas en las puertas y ventanas, así por lo menos cuando estamos en casa le podemos tener sin las cadenas”, argumentó.
Además reconoció el temor de la familia ante las amenazas, sobre todo porque tienen dos hijas que viven en la misma casa.

Pedido desesperado
El lunes pasado la madre se entrevistó con la jueza de Menores, quien le habría dicho que no puede hacer demasiado porque en la ciudad no existe un centro de rehabilitación y es muy pequeño para derivarlo al correccional de Posadas.
“Ya no sabemos qué hacer con él. No nos hace caso, dejó la escuela y se junta con chicos más grandes para robar y drogarse. Recorrimos médicos, asistentes sociales de la Municipalidad, psicólogos, juzgados y nadie nos da respuestas. Por eso decidimos encadenarlos, por lo menos está en casa y no anda por ahí”, detalló Noemí (40), la mamá.
Sobre la decisión de encadenarlo, Noemí comentó que surgió como última alternativa por la falta de respuestas del Estado. Si bien siempre fue inquieto, los estudios médicos descartaron que tenga algún daño neurológico.  “El neurólogo de Posadas dijo que es hiperactivo, que necesita canalizar la energía de manera positiva. Pero a nosotros no nos hace caso