Apenas unos minutos después de las 16, se presumía que estábamos en presencia de un récord histórico de tráfico. El contador del real time de Google Analytics -la herramienta de medición más utilizada en las redacciones del mundo- se movía veloz y de manera ascendente hasta cuadruplicar la cantidad de visitas simultáneas de un día habitual. Pero doce minutos después, aquello que había sucedido apenas en una oportunidad -el atentado a las Torres Gemelas el 11-S de 2001- se repitió con una fuerza descomunal: todos los grandes sitios de información del país colapsaron una vez que Jorge Mario Bergoglio apareció en el balcón de la Plaza San Pedro.
El antídoto frente a semejante aluvión de visitas -principalmente del exterior- fue el mismo de aquella vez: mantener exclusivamente las imágenes de la noticia principal y eliminar todos los contenidos de otras temáticas, incluso las fotos. Fue la estrategia elegida para poner en el centro de la escena la gran noticia del día y concentrar todo el clic de la portada en la primera vista del lector.
En Twitter, el hashtag #Bergoglio alcanzó un pico de 60.000 tuits por hora y, de acuerdo con un estudio de la consultora Jeffrey Group, en Facebook el anuncio del nuevo papa lideró la discusión a nivel global durante toda la tarde del 13 de marzo. Entre los términos más comentados, se cuentan: 1°) Papa; 2°) Jorge Bergoglio; 3°) Vaticano; 4°) Humo blanco; y 5°) Cardenal. Y en el momento de la aparición de Bergoglio el impacto en los términos tuvo un crecimiento exponencial: el Papa (+10.400%), Bergoglio (+3700%), Vaticano (+2.500%), Humo Blanco (+20.045%) y Cardenal (+7.900%).