Aquellas clases prohibidas

  Los docentes de la Facultad de Humanidades Rodolfo Capaccio (71) y Elena Maidana (63) reconstruyen anécdotas de una etapa que marcó sus vidas
Las clases que no fueron, los libros prohibidos, las ideas no debatidas, el espacio público censurado. Rodolfo Nicolás Capaccio (71) y Elena Maidana (63) son docentes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y a 38 años del último golpe militar en Argentina comparten con El Territorio las anécdotas que marcaron su hoja de vida. Una etapa de sus vidas, en realidad.

El 24 de marzo de 1976 hacía poco más de un año que Rolo Capaccio vivía en San Vicente, donde se desempeñaba como profesor en el Bachillerato Polivalente Nº 17 que hoy ya no existe como tal.  Si bien era profesor de Historia, al igual que los otros pocos docentes, debía rotar en las asignaturas que no tenían profesor. El bachillerato recién comenzaba y sólo había dos cursos. “Pasaron muchos meses sin que nada alterara las rutinas hasta que un día llevaron preso a un médico del pueblo acusado de tener armas. Las tenía en realidad pero era porque le gustaban y coleccionaba algunas. De todos modos eso fue una alarma. Yo recibía además cartas de amigos de La Plata contándome lo que ocurría. Se hacían allanamientos en las casas y donde había libros se llevaban presos a los dueños; entonces, por las dudas, embolsé los libros que podrían resultar sospechosos, los puse en bolsas de polietileno y los enterré en un baldío. Eran cuatro bolsas con libros, y más o menos un año después, viendo que no había peligro las desenterré pero solo hallé tres, de la cuarta no pude hallar el sitio y los libros quedaron enterrados para siempre”, recuerda el docente ahora jubilado. 

“Nos enteramos del golpe pero todas las noticias nacionales sonaban como lejanas en el aislamiento en que vivíamos. Sólo llegaban las noticias radiales, no salíamos del pueblo en meses y si había que hacer un trámite en Posadas había que calcular si no desmejoraba el tiempo porque era factible no poder volver en días. Por supuesto esperábamos cambios, pero por muchas semanas todo siguió igual hasta que llegó una circular en la que había un listado de autores con los que no se podía trabajar en clase. Recuerdo claramente a Borges, Cortázar, Haroldo Conti, Marechal y muchos más. Hubiese querido tener una copia de ese documento pero no había fotocopiadoras”, cuenta y agrega que: “El cambio más directo fue la supresión de la materia Estudio de la Realidad Social Argentina (ERSA), una asignatura a medias entre la historia y la instrucción cívica, pero no hubo directivas especiales  al menos para la historia antigua y medieval y moderna y contemporánea que me tocaba dar". 

Los que se animaban a pensar... 

Elena Maidana vivía en Posadas junto a su familia cuando sucedió el llamado Proceso de Reorganización Nacional. “Además de criar a mis hijos estudié la Licenciatura en Letras en la Unam. En ese entonces era alumna y tuve docentes que acataban, otros no, por suerte. En ese sentido quiero aprovechar para destacar la labor de Ana Camblong. Ella fue mi profesora en varias materias de la licenciatura y significó para mí y mis compañeras un espacio de libertad de pensamiento. Y no sólo por los contenidos -en sus clases no había censura de ningún tipo, leíamos de todo, incluso textos prohibidos-; sino sobre todo por las prácticas que promovía en nosotros: de discusión permanente, análisis crítico, duda metódica, apertura intelectual y más. Lo bueno era que todo eso lo hacíamos en la universidad, quizás porque era pequeña y pasaba desapercibida. Y allí, ella hizo algo que estaba prohibido: enseñarnos a pensar. También a valorar lo diferente, lo conflictivo y lo siempre abierto a revisión”. 

“O sea, no todo era censura y autocensura durante la dictadura. Estuvieron los que se animaron a decir no, como las madres, como Teatro Abierto, como los jóvenes músicos que ayudaron a crear el rock nacional, como ciertos docentes, como Ana. Cuando hagamos memoria de esa etapa también hay que poner en foco esos actos que nos condujeron hasta este presente de democracia que supimos conseguir”, contó.