(territoriodigital.com) En "Maltratadas" la periodista Mariana Carbajal vuelve a las preguntas
más esenciales acerca de la violencia de género en las relaciones de
pareja -por qué un varón agrede a quien dice querer-, desenmascara los
mitos que limitan la cuestión a un hecho privado y evidencia un tema
social que afecta a miles de mujeres.
A través de testimonios en primera persona, fallos jurídicos,
entrevistas a especialistas y estadísticas de instituciones y programas
sobre violencia, Carbajal, reconocida por su trabajo periodístico con
perspectiva de género, rastrea en este libro (Aguilar) la violencia en
las relaciones de pareja para desmenuzarla, revisarla, dimensionarla e
identificarla a tiempo.
Que la violencia es cosa de pobres, que si no hay golpes no es violencia
o que si la mujer se queda es porque le gusta el maltrato, son algunas
de las creencias instaladas que la autora desarma capítulo a capítulo en
este libro, al que pensó para que prevenga y circule. "Lo único que
hacen estos mitos es impedir que la mujer pida ayuda prontamente",
adelanta
Violencia en las relaciones de pareja hubo siempre, "sólo que ahora
están más en superficie", opina la periodista de Página 12, quien en su
libro -prologado por Eva Giberti- ofrece datos contundentes, como que
según el Observatorio de Femicidios en la Argentina- a partir de casos
publicados- 6 de cada 10 femicidios suceden en un contexto de violencia
de pareja.
Así como las cifras de muerte aumentan, también las denuncias de
maltrato en las relaciones de pareja: "¿Cuántas historias así aparecen
cuando uno abre la puerta? ¿Hay más casos ahora que antes? No podemos
saberlo porque no hay estadísticas para comparar, podemos pensar que
aumentaron porque se habla mas y tal vez se piensa que hay respuestas
más efectivas a esa denuncia".
En un bar de Palermo, Carbajal dice convencida que el punto clave es
"encontrar cómo lo resolvemos, darle protección a las víctimas, que
puedan salir rápido de esas relaciones, con ayuda y asistencia
terapéutica porque sola no se puede y el daño en la subjetividad es tan
grande que cuesta mucho recuperarse como persona".
La periodista asegura que esta problemática "es un tema social, de salud
pública y de derechos humanos", tanto es así que en los últimos años se
impulsaron políticas estatales destinadas a erradicar la violencia de
género, como la Ley 26.485 de Protección Integral aprobada en 2009 o la
creación de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema
de Justicia, entre otras.
El por qué de esta problemática Carbajal la enmarca en el "caldo de
cultivo" que habilita que este tipo de violencia siga siendo
protagonista en la historia de miles mujeres en la Argentina y responde a
"la situación de subordinación histórica de las mujeres en la
sociedad", de ahí que la batalla primera sea "apuntar a desarmar la
matriz cultural", enfatiza.
Y las escuelas, cree, son el mejor espacio para empezar y al mismo
tiempo advierte que "erradicar esta violencia debe ser un objetivo
prioritario en la agenda política. No se trata de una responsabilidad
única del gobierno nacional, se deben articular políticas con nación,
provincias y municipios, con la justicia, los servicios de atención, los
ámbitos académicos y la sociedad".
En este sentido, la autora se ocupa de darle la dimensión que merece,
correrlo de la esfera privada -la idea de que al interior de la pareja
no hay que intervenir- y aprender a identificar el maltrato tanto
quienes son víctimas ("muchas veces les cuesta reconocerse por
vergüenza, por ejemplo") así como el círculo que las rodea: "Hay que
meterse para frenar esa violencia".
"¿Pero cuesta, no? -se pregunta y al instante esta mujer que ya se metió
con investigaciones como el aborto, se responde- Cuesta porque la
víctima no se identifica y muchas veces es ella la primera resistente en
recibir ayudar, otras veces porque está la idea naturalizada de que la
violencia es un golpe y las formas de maltrato son diferentes y
difíciles de detectar".
El libro (incluye teléfonos, lugares de atención y denuncia) da cuenta
del calvario en voz de las mismas víctimas de la agresión, a veces
física, psicológica, económica o sexual: "En el círculo de la violencia
hay un increscendo de la tensión, un estallido más fuerte que se expresa
en un golpe, por ejemplo, y después viene la luna de miel, el pedido de
perdón".
Y ahí "una se lo creyó: todas hemos crecido soñando en el amor romántico
y el príncipe azul y eso nos engaña porque creemos que por amor el otro
va a cambiar y por esa razón debe soportar todo. Esto hay que
desterrarlo", dice convencida.
La complejidad de la violencia en las relaciones de pareja es enorme,
cuestiones como "que la denuncia sea a tu pareja o tu ex pareja que
puede ser el padre de tus hijos, hace que las mujeres estén más
dubitativas. Es muy importante entender la dinámica del círculo de la
violencia porque cuando el hombre asegura no hacerlo más es cuando
muchas veces se retira la denuncia".
Capítulo aparte merece la justicia: "Todavía tenemos luces y sombras,
con fallos que incorporan perspectiva de derechos y otros tremendamente
machistas" señala Carbajal a la par que recuerda que "la reforma del
código penal implicaría que el no cumplimiento de medidas cautelares en
violencia de género - como la protección de acercamiento -dejarán de
estar tipificadas como desobediencia y serán delito".
"Maltratadas" también interpela a los medios de comunicación y su rol en
esta problemática: "Siempre que se habla contribuyen pero no hay que
quedarse en el morbo del femicidio, de cómo la mato. Tenemos que ofrecer
números, servicios de atención, hacerlo con perspectiva de derechos
humanos y no quedarnos en el amarillismo".