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20 de mayo de 2013

La UIA denuncia el estancamiento de las relaciones con Brasil


(territoriodigital.com) Las relaciones entre los empresarios de Argentina y Brasil están complicadas a pesar del impulso que pretenden darle los gobiernos de Cristina Fernández y Dilma Rouseff, admitieron a esta agencia dirigentes empresarios. "Está mal por ellos. El tema es por las restricciones a las importaciones. Pero nosotros sabemos que es coyuntural", manifestó un importante dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA). De esa manera, son los propios empresarios argentinos quienes relativizan los alcances de lo que se denominó el "espíritu de Cardales", en alusión al mega encuentro del año pasado entre industriales de ambos países.
El encuentro, que fue cerrado por las presidentas de Argentina y Brasil, Cristan Fernández y Dilma Rousseff, pretende ser una plataforma para impulsar lo que se denomina "integración productiva". Para los industriales de la UIA, Argentina y Brasil importan en su conjunto de extra zona por valor de 120 mil millones de dólares, pero de los cuales se podrían sustituir por unos 70.000 millones a nivel regional. El problema subsiste hoy en Argentina, según admiten los industriales, y tiene que ver con la política de restricción de las importaciones que lleva a cabo el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Moreno se ha convertido tanto en el enemigo de los empresarios de Brasil, como los miembros de la UIA que desconfían de las intenciones del funcionario de armar una central empresaria paralela. Cualquier avance con la Argentina, para los brasileños, tiene como condición el fin de las restricciones. Para la segunda mitad de este año, la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), la contraparte de la UIA, debería organizar una reunión similar a la que hubo en noviembre del año pasado en Cardales.
Pero en la UIA admiten que desde aquel encuentro del año pasado hasta ahora no hubo grandes avances, por lo que no estaban muy dispuestos a hacer algo y no poder mostrar ningún logro. Entre los industriales argentinos, no obstante, existe la sensación de que los cortocircuitos que tienen con sus pares brasileños son momentáneos, y que en algún momento se recompondrá la relación.