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(yamisiones.com) La proximidad de las paritarias con los gremios docentes marcará el termómetro de las negociaciones salariales con el resto de los gremios estatales e incluso del sector privado. Por eso es clave la responsabilidad de los gremios en momentos en que la economía del país no pasa por uno de sus mejores momentos y en los que la especulación se impone sobre la racionalidad en muchas de las discusiones.Se necesita alcanzar un delicado equilibrio que mantenga el poder adquisitivo de los salarios sin dañar las arcas públicas que sostienen otras múltiples actividades para que la economía misionera se mantenga entre las más dinámicas del país. Cualquier desborde puede afectar en cascada a otras obligaciones del Estado e impactar en indicadores como el empleo.
A diferencia de otros modelos políticos que congelaron salarios durante años, desde 2003, los sueldos de los docentes misioneros están entre los que más crecieron en el país.
Según un informe del Consejo General de Educación de Misiones en base a estadísticas oficiales, en 2013, Misiones se ubica en cuarto lugar en el ranking de las provincias con mayor incremento salarial, por encima de la media nacional.
Se toma como referencia, la evolución del sueldo bruto del cargo de maestro de grado jornada simple con 10 años de antigüedad. Misiones registra un incremento del 27,6 por ciento detrás de Tierra del Fuego (32,2%) Río Negro (30,7%) y Santa Cruz (29%), en el que el promedio del país fue de 22,8%.
En 2012, Misiones también había estado entre las tres primeras provincias con mayores incrementos salariales (26,1%) solamente detrás de Mendoza (27,8%) y Río Negro (26,4%). En ese año, el promedio del país había sido del 21%.
En los dos años, el salario docente de Misiones se encuentra en el segundo lugar por crecimiento con 61 por ciento promedio, solamente detrás de Río Negro (65,3%) y muy por encima de jurisdicciones emblemáticas (Ciudad de Buenos Aires 55,9%, Provincia de Buenos Aires 53%, Córdoba 42,6% o Santa Fe 41,9%).
Si el análisis se extiende a la última década, el salario docente misionero también demuestra una evolución claramente favorable para los trabajadores: lidera la posición el salario docente de la provincia de La Pampa con un crecimiento de 13 veces el salario en ese período seguido de Santa Fe 10,9 veces, y en tercer lugar el grupo de provincias integrado por Chaco, Río Negro, Salta, Tucumán y Misiones con un incremento de 10,3 salarios.
En los últimos cuatro años Misiones otorgó un incremento salarial del 115 por ciento, solo es superada por Río Negro (148%).
Esto demuestra a las claras que para el Gobierno de Misiones, el salario docente constituye una prioridad entre las políticas públicas, en la certeza que un docente mejor remunerado también significa mejor educación para los misioneros.
Las estadísticas son irrefutables: Misiones, como todas las provincias del NEA, que históricamente siempre ha presentado los indicadores socio económicos más relegados por sus condiciones estructurales, mejora significativamente su posición cuando se trata de salarios en el rubro educativo:
El salario básico docente misionero se encuentra en la posición número 12 ($1906,77) –justamente en la mitad de la tabla- solamente por debajo de Chaco de entre las jurisdicciones de la región.
La mayoría de los gremios en Misiones, demostrando un buen grado de sensatez, son cautos a la hora de expresar pretensiones de algún porcentaje anual de aumento del salario docente, considerando la actual situación de incertidumbre. La Unión de Docentes de la Provincia de Misiones plantea un piso del 30 por ciento, acorde con las pautas de racionalidad. Pero el Frente Gremial compuesto por el gremio UDNAM con las líneas “Compromiso con las Bases” y “Alfredo Bravo” salió a expresar –con pretensiones que rayan lo sarcástico- que pedirá 61 por ciento de incremento anual del salario docente. Llamativamente, es el mismo grupo que se suma a las campañas para que el Estado recaude menos.
En la actualidad la masa salarial docente de las escuelas públicas y privadas incluyendo las contribuciones patronales representan 251 millones de pesos mensuales. Con el monto actual de salarios devengados, un incremento de esa naturaleza representaría nada más y nada menos que 153 millones más de erogaciones en salarios y contribuciones patronales para la jubilación. Claramente un esfuerzo que difícilmente se pueda asumir sin dañar peligrosamente el equilibrio y el crecimiento económico al que el Estado viene acompañando.
