(territoriodigital.com) José María Arancedo, presidente del Episcopado, manifestó sus diferencias en cuestiones como la maternidad subrogada y la fertilización asistida
La Iglesia adelantó sus "preocupaciones" en el debate para la reforma del Código Civil, respecto de aquellas cuestiones que se pronuncian en contra de la doctrina católica, y pidió "poner límites".
José María Arancedo, presidente del Episcopado, manifestó que "un código no es sólo para solucionar problemas", en declaraciones previas al debate para los cambios en el mismo, en el Congreso.
Desde la institución religiosa alertaron sobre cambios en cuestiones como el modelo de familia, el alquiler de vientres y la congelación de embriones humanos. "El matrimonio se ha dejado de lado, como hombre y mujer. Hay que trabajar este tema", indicó Arancedo, en una enumeración de cuestionamientos.
Por otro lado, manifestó, sobre el alquiler de vientres -o maternidad subrogada-: "Hay chicos que van a nacer sin conocer la identidad de quién es su madre. Se parte demasiado de los adultos, el derecho de lo que 'yo quiero'. El adulto, más que derechos, tiene obligaciones", sostuvo el dirigente religioso. "Esto no corresponde. Se puede poner un límite, ya que atenta contra el derecho del niño. Hay que ponerlo en la misma ley", remarcó Arancedo.
"Estos son temas que a la Iglesia le preocupan: debe haber una apertura federal. Es importante ver las consecuencias de lo que se legisla, y desde la Iglesia queremos colaborar", indicó Arancedo.
Con respecto a la fertilización asistida, expresó: "No hay que temer poner un límite. Lo que nace es un niño. Si hay vida humana, ésta debe ser respetada. No veo nada que regule esto". E insistió: "Lo que la Iglesia quiere es que las leyes sean justas. En esto no tiene que ver el dogma".
Fuente: TN
