RADIO EN VIVO

23 de junio de 2014

La justicia egipcia condenó a tres periodistas de Al Jazeera

(territoriodigital.com) Fueron sentenciados a cumplir entre siete y diez años de cárcel, acusados de difundir noticias falsas sobre Egipto. Encerrados en una jaula en medio del tribunal, el corresponsal australiano Peter Greste y el egipcio con pasaporte canadiense Mohamed Fahmy recibieron una pena de siete años de prisión, según el veredicto leído al final de la vista.
El egipcio Baher Mohamed fue sentenciado a diez años, siete por los mismos cargos que sus compañeros y otros tres porque llevaba encima una bala en el momento de la detención.
La corte condenó asimismo a 12 personas juzgadas en rebeldía -entre ellas tres extranjeros- a diez años de cárcel. Además, el tribunal sentenció a tres estudiantes procesados en la misma causa a siete años de prisión y absolvió a otros dos.
Esta semana una corte volvió a condenar a cerca de 200 islamistas a la pena de muerte, entre ellos, al líder máximo de la Hermandad Musulmana, la organización islamista conservadora que llevó a Mohamed Mursi al poder en las elecciones de
2012 y que desde el golpe de julio pasado encabeza la oposición.
"Las autoridades egipcias no pararán en nada en su campaña despiadada en contra de los que retan a la versión oficial, aunque sean cuestionables las pruebas"
Amnistía Internacional


Uno de los abogados del caso de los periodistas, Shaaban Said, dijo a la agencia de noticias EFE que van apelar la sentencia, emitida en primera instancia, la cual la calificó de "dura y cruel".
También el hermano de Peter Greste, Mike, dijo a la misma agencia que van a apelar el fallo, tras mostrarse "devastado" por la
sentencia.
Al finalizar la sesión, celebrada en el Instituto de Suboficiales de la Policía de El Cairo, cerca de la cárcel de Tora, estallaron en la sala consignas contra el gobierno recientemente electo.
Según Al Yazira, solo ocho de los veinte inculpados trabajan para el canal, entre ellos los británicos Sue Turton y Dominic Kane, quienes viajaron a Egipto para cubrir los acontecimientos tras el derrocamiento militar en julio de 2013 del presidente Mursi.
Turton y Kane, quienes recibieron una pena de 10 años de cárcel, se encuentran fuera de Egipto, al igual que otros productores y técnicos egipcios de la cadena.
Las autoridades egipcias cerraron las oficinas de Al Yazira en El Cairo y acusan a esta televisora de respaldar a los Hermanos Musulmanes -declarado grupo terrorista- y de difundir informaciones que tergiversan la realidad de Egipto.

Luego de darse a conocer el fallo, los gobiernos del Reino Unido, Holanda y Australia llamaron de inmediato a sus embajadores para interiorizarse del caso.

Asimismo, el juicio despertó críticas de las organizaciones de derechos humanos y de grupos de periodistas, que convocaron a numerosas protestas para apoyar a los acusados y pedir su puesta en libertad.

El Comité para la Protección de los Periodistas sitúa a Egipto entre los diez estados con más reporteros detenidos y el tercer país más mortífero para los informadores en 2013.

Amnistía Internacional fue particularmente dura en su declaración. Los tres periodistas, detenidos en Egipto desde finales de 2013, son "prisioneros de conciencia".

"Es un veredicto devastador para los hombres y sus familias, y un día negro para la libertad de prensa en Egipto, donde los periodistas son encerrados y tratados como criminales o terroristas, simplemente por hacer su trabajo", dijo Philip Luther, responsable de Oriente Medio y Norte de África de la organización defensora de derechos humanos con sede en Londres.

"La única razón por la que esos tres hombres están en la cárcel es porque a las autoridades egipcias no les gusta lo que tienen que decir. Son prisioneros de conciencia y deben ser puestos en libertad de forma inmediata e incondicional", agregó Luther, para quien su juicio fue "una farsa".
Según el responsable de Amnistía Internacional, este fallo demuestra que "las autoridades egipcias no pararán en nada en su campaña despiadada en contra de los que retan a la versión oficial, aunque sean cuestionables las pruebas".