Mientras los K lo protegen en el Senado
Inicia una gira centroamericana. Así no podrá ser indagado el 1° de julio por el juez. Por Ignacio Ortelli.
Lejos, bien lejos. De los Tribunales y, fundamentalmente, de la exposición mediática. En medio de las complicaciones judiciales en torno al caso Ciccone, Amado Boudou inicia la próxima semana una intempestiva gira por Centroamérica que le permitirá postergar su indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, en el marco de la causa en la que se lo investiga por haber inscripto a su nombre un auto con documentación falsa.
El viaje también podría contribuir a la estrategia kirchnerista de no exponerlo ante la oposición, ya que el vice no llegaría a tiempo para estar presente en las dos sesiones que el kirchnerismo trazó en el Senado para los primeros días de julio.
Con una comitiva reducida, Boudou partirá el miércoles rumbo a La Habana, Cuba. Según confiaron fuentes parlamentarias, será para cumplir con la invitación de su par cubano Salvador Valdés Mesa, con quien coincidió el mes pasado en la asunción del presidente de El Salvador.
Pese a tener una agenda de escasa intensidad, con apenas algunas reuniones con Valdés Mesa y el canciller Bruno Rodríguez, Boudou permanecerá en la Isla hasta el lunes 30. Sin embargo, su travesía continuará. Al día siguiente será recibido en Panamá, donde participará de la ceremonia en la que Juan Carlos Varela se hará cargo del gobierno de ese país. Por ello, el vicepresidente ya instruyó a su abogado en esta causa, Jacobo Grossman -cercano al juez de la Corte Eugenio Zaffaroni- para postergar su indagatoria -prevista para ese día- ante Bonadio, pedido al que, se descuenta, el magistrado accederá. Esta sería la segunda vez que el vice eludiría prestar declaración por esta causa: ya lo había hecho en 2011.
Sin embargo, la gira no sólo le permitirá a Boudou esquivar un nuevo desembarco en el edificio de Comodoro Py, sino también no enfrentar a la oposición en el Senado. Es que, curiosamente, tras más de un mes sin debate en el recinto y luego de suspender la sesión que estaba prevista para esta semana, los K programaron dos seguidas, el 2 y 3 de julio, justo con el vice afuera del país: primero para escuchar el informe de gestión que brindará el jefe de Gabinete Jorge Capitanich; y luego para avanzar con una batería de temas pendientes, por si fuera necesario someter al Senado a otro prolongado receso.
La maniobra tiene que ver con la decisión de un sector del kirchnerismo de esconder a Boudou y no darle la posibilidad a opositores de utilizar las serias complicaciones del vice para ganar terreno.
No obstante, según pudo saber Clarín, el vicepresidente manifestó su intención de enfrentar “ya” la situación y sentarse frente a los senadores. “Podrán reclamar que pida licencia. Pero como (Boudou) no les puede contestar, no puede pasar mucho más que eso: no puede haber una discusión ”, explicó una importante fuente oficialista, acaso en un exceso de confianza.
De todos modos, salvo que reciba un llamado desde la Casa Rosada, el vicepresidente regresará al país el jueves 3, por lo que el encargado de dirigir ambas sesiones sería Gerardo Zamora, el radical K que Cristina designó como presidente provisional del Senado. Ya el miércoles, el ex gobernador santiagueño reemplazó a Boudou en la reunión informativa que brindaron los representantes del Gobierno con las autoridades parlamentarias por el litigio con los fondos buitre.
Desde el oficialismo admiten que esta situación se acentuará. Y que Boudou sólo aparecerá en público en actos en los que no pase sobresaltos. Como el de ayer en Rosario, por el Día de la Bandera.
