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22 de enero de 2015

El juez Lijo ordenó protección para los dos supuestos espías acusados

(territoriodigital.com) Se trata de Luis Yrimia y Ramón Allan Bogado, ambos denunciados por el fiscal Nisman como nexos entre el Gobierno argentino y los acusados iraníes

El juez federal Ariel Lijo pidió ayer protección especial para dos personas a quienes el fallecido fiscal Alberto Nisman había señalado en su denuncia por el presunto encubrimiento a terroristas iraníes, informaron fuentes fiscales a medios locales.

El juez federal Ariel Lijo solicitó una custodia especial para Luis Yrimia y Ramón Allan Bogado, después de que ayer la Secretaría de Inteligencia (SI) asegurase a la Justicia de que ninguno de los dos acusados por Nisman forma parte del personal contratado por el organismo, ni lo ha hecho en el pasado.

En su denuncia, Nisman señaló a Yrimia y Bogado -a quienes atribuyó presuntas conexiones con la institución de inteligencia- como participantes del supuesto plan para encubrir a los acusados iraníes del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994.

El titular de la SI, Oscar Parrilli, informó a Lijo que ninguna de las dos personas mencionadas por Nisman “pertenecen ni han pertenecido como personal de la planta permanente, contratado, de gabinete ni personal”, en un escrito difundido posteriormente por la Presidencia argentina.

La respuesta de Parrilli se concretó después de que el Gobierno dispusiera el lunes pasado desclasificar los datos de inteligencia involucrados en la denuncia de Nisman.

Sin embargo ayer el juez Lijo dispuso la custodia tanto del ex juez Héctor Luis Yrimia y de Ramón “Allan” Bogado, los dos señalados en la denuncia de Nisman.

Yrimia en declaraciones radiales negó toda relación con ninguno de los otros imputados, salvo con Fernando Esteche de quien dijo que una vez estuvo a punto de mandarlo preso por un piquete que hizo cerca del juzgado.

Con relación a Ramón Bogado, desde el Gobierno se insistió ayer que la propia SI había hecho una denuncia por tráfico de influencia, ya que se atribuía ser integrante de la ex SIDA sin serlo para lograr beneficios personales.

Fuente: El Día