El caso de Carmen Mirta Rosa, la docente cuyo cadáver fue hallado el pasado 14 de febrero, en un descampado de Garupá dio un giro inesperado cuando tres efectivos de la Comisaría Quinta de ese municipio fueron vinculados a la causa de muerte, tras la declaración d eun testigo de identidad reservada, que vio a la mujer aún con vida subir a un patrullero perteneciente a esa seccional policial.
La investigación es llevada adelante por el juez de Instrucción VI, Ricardo Balor. En ese marco, esta mañana, el padre de uno de los policías detenidos decidió encadenarse a un poste de luz ubicado frente a la Casa de Gobierno de Misiones, para pedir al juez Balor que revéa la causa y libere a los detenidos hasta que avance la investigación.
Según explicó el hombre, la causa "fue armada" por el comisario Daniel Cerdán a cargo de esa comisaría, en pos de la búsqueda de un culpable.
