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18 de septiembre de 2013

A 7 años de la desaparición de Julio López su hijo pide justicia

  "De la Justicia, queremos creer que están haciendo todo lo que pueden. Quizá no se puede hacer más porque no se tienen los elementos", indicó Rubén López.

A siete años de la desaparición del testigo Jorge Julio López, su hijo Rubén aseguró hoy que "no puede" ser "que nadie sepa nada", sostuvo no estar conforme con la causa judicial que investiga el caso y lamentó no saber, después de tanto tiempo, "realmente lo que pasó". "De la Justicia, queremos creer que están haciendo todo lo que pueden. Quizá no se puede hacer más porque no se tienen los elementos. No quiero pensar que no se hace más porque no se quiere", advirtió.
En declaraciones a radio La Red, Rubén López destacó que, "en definitiva, lo que necesitamos saber es un pequeño indicio sobre mi viejo, pero no hay nada: quiénes fueron, dónde está y por qué". "Me van a preguntar si estoy conforme, y realmente no. No sabemos qué pasó, la Justicia no nos dice. A lo largo de todo este tiempo, hemos comprendido que el de mi viejo debe haber sido un testimonio importante. Hay alguien que se ha sentido asustado por su testimonio, no sólo por lo que dijo sino por las pruebas que pudo aportar", prosiguió.
Rubén agregó: "Yo sé que alguien sabe, me gustaría que lo contara. No me quedo con que nadie sabe nada. No puede desaparecer una persona y que nadie sepa nada". "Estamos acompañados por muchas personas, sobre todo, por el vecino, el común de la gente, el ciudadano. También por el Estado. De la Justicia, queremos creer que están haciendo todo lo que pueden. Quizá no se puede hacer más porque no se tienen los elementos. No quiero pensar que no se hace más porque no se quiere", insistió. Según Rubén, "el error más grande que se cometió en este juicio es que se enjuició a (el ex comisario Miguel) Etchecolatz. Se dejó libre a un montón de personas".
Hoy, distintas organizaciones sociales realizarán marchas para reclamar la aparición con vida de Jorge Julio López, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en La Plata, donde vivía el testigo secuestrado. López fue capturado por primera vez durante la última dictadura, cuando estuvo secuestrado en la comisaría quinta de La Plata, donde fue víctima de torturas.
Durante el juicio contra Etchecolatz, la mano derecha del ex general Ramón Camps, jefe de la Policía Bonaerense durante el gobierno militar, López señaló al represor como uno de sus torturadores. El 18 de septiembre de 2006, cuando se producían los alegatos de su querella pidiendo la condena por genocidio y cadena perpetua para el represor, el albañil desapareció por segunda vez, presuntamente secuestrado al salir de su casa.
La causa judicial por la desaparición de López quedó a cargo del juez Manuel Blanco, pero a siete años del caso, no hay detenidos ni procesados. Por su parte, Etchecolatz, que en un principio fue condenado a 23 años de prisión, en 2006, luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, fue enjuiciado nuevamente y condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad.