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20 de septiembre de 2013

Denuncian que Coleco pagaba las pensiones con vales de mercaderías

  Mientras los ediles siguen investigando la gestión del suspendido jefe comunal Alberto “Coleco” Krysvzuk, continúan haciéndose públicas algunas irregularidades. Ayer, en el momento en que el intendente a cargo del Ejecutivo local, Juan Carlos Pereira, pagaba a los pensionados provinciales, se supo que estos beneficiarios recibían en la anterior administración comandada por Coleco vales de mercaderías antes que dinero en efectivo.
A su vez, un vecino le reclamaba a Coleco un préstamo que le habría realizado por más de un millón de pesos. Este dinero supuestamente estaba destinado a mejorar tanto el parque vial, como la prestación de agua a la comunidad. Como  Coleco no canceló la deuda y sólo habría pagado una cuota,  este vecino resolvió ocupar uno de los terrenos del intendente suspendido. Además amenaza con ocupar otras propiedades del cuestionado administrador comunal.

Las pensionesEn la víspera, los beneficiarios de pensiones provinciales se agolparon para cobrar esta ayuda, en la sede del edificio municipal.
Allí se conocieron varias irregularidades, planteadas por beneficiarios, en la mayoría de los casos de condiciones muy humildes.
A pesar de que los fondos eran girados en efectivo, se cancelaba en todo o en parte de estas ayudas con vales de mercaderías.
“Siempre cobré en bonos y las planillas que firmaba estaban en blanco”, aseguró Noemí Da Silva.
Esta pensionada expresó que le pagaban en bonos, cuando se destinaban, como ocurrió ayer, desde la Provincia unos 138 mil pesos.
Da Silva aseguró que de los 350 pesos actuales que les corresponde por el citado concepto, les cancelaban “200 pesos en bonos”.
Ayer, en total fueron citados 109 beneficiarios, de los cuales 40 no se presentaron.
Se supo que algunos titulares de esta asistencia nunca habrían percibido bonos ni dinero, pero figuraban en la planilla como que habían cobrado. Otros, sólo pudieron percibir dos o tres meses y se planteó que había quienes “retiraban sin corresponderle de manera habitual esta asistencia”.
Se hizo público además la falsificación de firmas y hubo quienes cobraron por última vez hace ocho años; otros percibieron la ayuda tan solo dos o tres meses y después por años no cobraron. Otro titular del beneficio aseguró ayer que no llegó a cobrar. “Pero la ayuda llegaba”, por lo que denunció que seguramente alguien se quedaba con esa plata o con los vales.
Por su lado, Garibaldi Viera Núñez aseguró ayer que desde hace cinco años no percibía el beneficio. Liliana Dos Santos reconoció que recibía vales y que era la forma en que le cancelaban este beneficio otorgado por la Provincia.
“No recuerdo desde cuándo empecé a cobrar, pero siempre con bonos”, sostuvo.
Otros vecinos, como Iracema Dos Santos y Antonio Dos Santos, explicaron que habían cobrado por última vez en junio de 2012.
Y, como en los casos anteriores citados, reconocieron que cobraban en bonos y firmaban la planilla en blanco.

Un reclamo millonario
En la mañana de ayer, un vecino identificado como Mauro Müller resolvió ocupar uno de los terrenos que se encuentra a la vera de la ruta provincial 2 en el acceso a El Soberbio. 
Dicha propiedad de unos 45 metros de frente por 90 metros de fondo pertenece al intendente Alberto “Coleco” Krysvzuk.
La resolución adoptada por este vecino surgió en reclamo a una importante deuda que  habría contraído el intendente suspendido con la familia de Müller desde mediados de junio de 2011.
 En ese terreno funcionaba con anterioridad las oficinas de Vialidad Provincial.
Müller explicó ayer que estaban allí con su familia y otros afectados, por un préstamo que  “data del 2011, cuando el intendente Krysvzuk junto al secretario y tesorero me vinieron a ver, para conseguir dinero en efectivo”.
“Ellos sabían que tenía bastante dólares y mis familiares también tenían dinero. Vinieron con el verso de que el gobernador Maurice Closs les había dicho que junte el máximo de plata, porque la Provincia estaba en rojo y que en el plazo de seis o siete meses, la Provincia salía del rojo y me devolvía la plata”, sostuvo el vecino.
Añadió que, en ese momento, le preguntó a Coleco cuánto necesitaba: “Me dijo que si llegaba al millón de pesos salía del pozo y se juntó poco más de un millón; pusimos plata mi hermano, mi papá, mis dos cuñados y traje reales de Brasil de un tío mío, que está dispuesto a declarar si hace falta”.
Müller añadió ayer que le prestó ese dinero a Coleco confiando en otro de los argumentos. “Que el parque vial estaba destrozado y el agua potable era un desastre. Quisimos hacer un bien a la comunidad”.
También reconoció que “algo de plata” le devolvió. Fue cuando “se inauguró la Escuela Especial N° 42”. En esa oportunidad, el Gobierno de la provincia entregó al municipio un cheque por 300.000 pesos. De ese monto, dijo Müller, “recibí 150 mil pesos y la mitad fue para otro señor que no voy a involucrar; inclusive Coleco me depositó 30 mil pesos en el banco”, sostuvo.
También añadió que “una de las promesas que hizo (Coleco) era que le iba a conseguir un puesto en la empresa Emsa a mi hermano y que nos iban  hacer tajamares, queríamos hacer tajamares”.
Insistió ayer mientras mostraba algunos documentos que “hay más de 800 mil pesos acá firmado por él”, en referencia a Coleco.
Por eso sostuvo que “si no me paga me quedo a vivir acá, ya compré materiales de construcción, voy hacer tasar esto y si no llega al monto, nos meteremos en otra propiedad que tenga”, adelantó.